PARA MIS LUCECITAS TRAVIESAS
Hoy me han platicado una especie de cuento a propósito de los malos hábitos: Un maestro toma una cinta delgada y la enreda en la muñeca: "Este lazo representa el poder de hacer algo por primera vez. Puedes romper la cinta?"
El estudiante rompe fácilmente la cinta.
Después da varias vueltas a la cinta con la intención de repetir el reto al alumno, pide de nuevo que intente romper la cinta.
No pudo.
"Ahora puedes ver el poder de las acciones cuando se repiten? Se les llama hábitos"
Es verdad que los hábitos son acciones que difícilmente podemos romper, a veces se requiere más que la determinación o la fuerza personal para ir contra un hábito que nos perjudica. Vivo convencida que se requiere un cambio en la forma en la que pensamos acerca de lo que se nos presenta. Podemos caer en el error de querer cambiar nuestro comportamiento físico sin antes echar un vistazo a nuestro comportamiento mental.
3 comentarios:
Nos hacemos prisioneros de nuestros hábitos y dejamos en muchas ocasiones y nos volvemos dependientes de ellos, gran error.
Un cuentecito con mucha enseñanza.
Un abrazo caluroso colombiano.
Encuentro un texto bastante didáctico. Se escribe por varias razones y la tuya es enseñar. Te felicito de veras Raquel. Hasta pronto.
No sólo tus lucecitas aprendieron la lección... Besos.
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