11/11/2009


Un largo adiós
LA VIDA QUE SE DESPIDE


- I -

 

Infinita ausencia de vida
al hallarse inmerso en su hueca fantasía
triste entelequia de miles de conciencias divididas
Raquel Valenzuela



Durante la noche los dos cuerpos se amaron sin remedio. La piel de ambos parecía gritar el deseo por el otro, por encarnarse en el otro, como si encontraran en esa entrega el significado de lo que hasta ese momento solo intuían. La ignorancia de un mundo que sucumbe en cada instante como una plácida y larga despedida, se hacía cada vez más latente enmascarando al adiós entre los besos y las sábanas, testigos ambos de la desnudez de una mente minúscula ante la grandeza de dos almas, de dos cuerpos en perfecta armonía. Pacto silencioso donde el cuerpo comprende antes que la mente piense, porque esos amantes por verdaderos no hablaban. Ni una palabra pronunciada y si por extraña la pasión atestiguaba, era un susurro en medio de la noche el que se oía, siempre quedo, por demás certero. Muy entrada la madrugada los dos cuerpos exhaustos quedaron profundamente dormidos, rendidos entre aromas los amantes no dejaban de abrazarse el alma, se enredaban entre las piernas hasta el sexo, entre los pechos hasta su aliento. Él la escuchaba respirar, ella soñaba que soñaba:


Sara y Sebastián se levantaron en un instante preciso y fue preciso no por necesario si no por exacto, por puntual. Asombrosa sensación por saber era la segunda ocasión que les sucedía, a cierta hora de la noche y sin previo aviso la coincidencia los envolvía de nuevo, los dos abrían los ojos en el mismo momento en que el otro lo hacía. Sara comento algo acerca de un sueño, extraño sueño que durante años la acompañaba, a veces la persistencia de lo soñado la había invitado a buscar una justificación que le ayudará a entender el porque la insistencia con los muebles que eran de ella y le robaron, del inmueble escondido, de los pasos en la noche, del descubrimiento que ella hacía, claro y todo sucedía en ese sueño que de vez en vez, arrancaba curiosidad y otras preocupación por no saber o ni siquiera intuir su significado. Sebastián parecía más despierto que ella, Es la costumbre del insomnio, se decía mientras la observaba con todo el amor posible. ¿Y que mas podría emanar de un hombre que descubre el significado de una mente en blanco en la unión de dos cuerpos trascendiéndolos y haciendo de ellos un solo espíritu? En cada orgasmo que había tenido al hacer el amor con su mujer brotaba en él la sensación de agradecer, agradecer lo que fuera y en ese momento no importaba si debía agradecer a la vida o a ella que a final de cuentas era ella quien mejor encarnaba a la vida, era su sonrisa o su mirada expresiva, sus palabras siempre optimistas como si de un bocado se hubiese comido al sol y sus palabras fueran rayitos que escapaban de su ser, no lo sabía en realidad, su vientre colmado de él, era lo único que se lo confirmaba. Sara colmada de vida. La volvió abrazar y sus manos cayeron sobre su abdomen. Sonó el despertador tres horas después, era domingo y el reloj despertador marcaba un número seis de color rojo, era un número gigante. Debo irme, dijo Sara, con un tono que parecía no se levantaría en toda la mañana de esa cama, se acurruco de nuevo en los brazos de Sebastián y pidió tres minutos más, sintió el beso de él en su frente y ella se hacía chiquita dentro del cobertor verde esmeralda que la cubría del frío y también de los ojos desvergonzados de Sebastián. Volvió a sonar el despertador y él le recordó ese compromiso al que ella debía acudir y era realmente importante. Se tapo hasta la cabeza al escucharlo, Espera voy a decidir si voy o no, ahora mismo. Sebastián reía por la locura que su mujer hacía, ¿Pero que cosa es esa de taparse la cara y el cuerpo? talvez sufra un tipo de mutación y en su brujería encuentre las respuestas para tomar una decisión. No te rías decía Sara desde las sábanas, ¿Qué no ves que es todo un rito esto de la toma de decisiones?  Pensó entre todas las posibilidades los dos caminos a elegir, balanceo los posibles resultados, las circunstancias externas, el calorcito del cobertor y por supuesto el calorcito del cuerpo de Sebastián. Valoro todo y en el límite de todas las justificaciones intelectuales se dijo a si misma: No lo pienses, siente y decide. No olvides que todo lo que ocurre es perfecto, porque si no lo fuera… Simple, no estaría sucediendo. Y Sara tomo una decisión.


Lo que nunca imagino es como esa elección, tomada debajo de las sábanas ante la presencia de la risa encantadora de su amante, cambiaría para siempre el rumbo de la existencia de ambos.


8 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Hola Raquelita, como te va? Mira, no se si el texto es tuyo o de algún libreo. Perdona mi ignorancia. De todos modos lo que quiero decir es lo siguiente: Me parece un texto completo y con la realización de los protagonistas. Eso es lo que más me gusta, que son personajes realizados, la realización conduce a la felicidad Raquel. Me encantó por lo mismo. A mi me encanta la felicidad. Trato de encontrarla y mantenerla, no me gusta mucho el sufrimiento y ves, tengo razón. Tu te ves realizada, tus personajes son personajes realizados. Te felicito amiga. Gusto en verte por estos lugares. Hasta pronto

PASSOFINNO dijo...

Lo que sucedió después , el sueño recurrente de Sara tiene la respuesta.

Ursus Polaris dijo...

Vaya, volviste, me alegra, y de qué manera.
Hay momentos en los que las cosas cambian inevitablemente. Sólo una pequeña reacción (o no) cambia una, o dos, (o más) vidas. A mí me ha ocurrido en el plano sentimental alguna vez.
Muchos besos de un nuevo recibimiento pleno. Muchos besos de cualquier manera.

vuelo de hada... dijo...

Amiga que bueno verte!!!!
Me has dejado con esta historia embrujada en aromas de amantes me encanto.
Me alegra de verdad tenerte por estos lares asi sea por ratitos siempre hace falta tu dulce presencia.
Un abrazo sincero

Silencios dijo...

Mi Princesa de la sonrisa más bella del mundo!!!

Eres una escritora increíble, mi niña esté texto es sublime .
Me he quedado seducida por cada una de tus letras.
Sin remedio.
Por cierto. ¿El libro está a la venta? Dime que si, por favor .....

Te quiero mucho amiga, y te he extrañado.
Mis besos a los Reyes de la casa.

borrego dijo...

Raquel hermosa, al igual que silencios, estoy impaciente por ver publicados estos textos y comprar tus libros cuando se me antoje, gracias por compartir.
Besos.

Anónimo dijo...

Excelente!!!! Y me dejaste con la duda de la decisión.

Un placer leerte.

Silencios dijo...

Raquel, cielo, espero que estés bien, no sé nada de ti.

Te dejo mis besos y mil sonrisas con mucho cariño
No te olvido, es más te extraño amiga.
TQM